Las cámaras de seguridad registraron el instante en que un hombre ingresó al templo de la catedral de Córdoba y se robó la corona emblemática del lugar.
El ladrón, acusado de ser el autor material, simuló ser un feligrés, se acercó a la Virgen Nuestra Señora de Nieva y se puso a rezar. Fue el miércoles a las 10:17. Después de dos minutos de contemplar la imagen, se paró a un costado, según informó eldoce.
Acto seguido se dirigió hasta el altar, verificó que nadie lo viera y se trepó con facilidad hasta lograr sacar la reliquia. La escondió debajo de su sweater y se retiró caminando como si nada hubiera sucedido.
Este jueves, después de una ardua investigación a cargo del fiscal Guillermo González y con la colaboración de la brigada de la Unidad Judicial Nº 1, Dirección de Robos y Hurtos y la División de Delitos Culturales, lograron recuperar la corona.
La corona estaba en manos de un coleccionista, que fue acusado de encubrimiento.