Fue tan solo un segundo, un descuido. Un nene de 2 años se soltó de la mano de su padre en plena Avenida Rivadavia, cruzó la calle y fue atropellado por un colectivo que venía de frente. Por suerte, solo sufrió el golpe y pudo irse a su casa luego del accidente.
El pequeño y su padre acababan de salir de una clínica de atención a pacientes menores con espectro autista. Los vecinos y comerciantes de la zona salieron rápidamente a brindar auxilio, asustados por la situación, al igual que el chofer de la línea 182 que nunca advirtió al menor cruzando la vereda.
El episodio sucedió el mismo día en que un chico de 13 años fue atropellado por una camioneta en Puerto Madero, en un descuido que todavía se investiga durante una excursión de colegio.