
Laura Sanoner tenía 51 años y fue hallada muerta el 19 de Septiembre pasado en el baño de su departamento de Belgrano. Fue descubierta por su padre, quién ingresó a su domicilio junto a los efectivos de la policía de la ciudad que lo acompañaron tras un llamado al 911, tras no tener noticias de su hija durante un mes.
A la víctima la encontraron asesinada en la bañadera: Estaba atada, envuelta en sábanas y con una media en la boca. La autopsia, días más tarde, determinó que había sufrido una asfixia mecánica por sofocación.
LA INVESTIGACIÓN
El 29 de septiembre pasado, la División Homicidios de la Policía de la Ciudad logró detener al principal sospechoso del crimen en “Fuerte Apache”, Ciudadela: Diego Martín Arener, ex convicto y ex pareja de la víctima. El detenido fue procesado con prisión preventiva.
Lo que sospechan los investigadores es que el homicidio ocurrió 34 días antes del hallazgo y que el móvil fue un robo.
LAS HUELLAS, LA PRUEBA FUNDAMENTAL
Pese al tiempo que pasó entre el asesinato y el hallazgo del cuerpo, cinco huellas dactilares fueron claves para saber quién es el asesino. Su ADN estaba impregnado en cinco de las siete huellas dactilares que había en el departamento de Laura: Tres estaban en un vaso, y dos en un perfume.





LAS COMPRAS DEL DETENIDO, OTRA CLAVE
Otro dato que tuvieron en cuenta los investigadores fue su patrimonio. El detenido se compró una moto el mismo día del crimen y pagó casi un millón de pesos en efectivo.
Días más tarde, también habría comprado un Volkswagen Vento por más de 15 mil dólares y lo colocó a nombre de su actual pareja, que fue procesada sin prisión preventiva por el delito de encubrimiento.

EL ANTECEDENTE ENTRE LA VÍCTIMA Y EL FEMICIDA
En octubre de 2016, Sanoner había denunciado a Arener. La víctima había alertado sobre su futuro asesino. En ese momento, ya eran pareja y le había robado cuarenta mil dólares, cincuenta mil pesos, teléfonos celulares y joyas.
Además, sobre el detenido, pesaba una condena a 20 años de cárcel por un crimen en ocasión de robo.
En aquella ocasión, asesinó a un remisero en Santa Fe. Su condena vencía el 13 de agosto de 2018, pero estaba prófugo: Desde 2013 que jamás había regresado a la cárcel tras ser beneficiado con una salida transitoria.