
La autopsia a Esteban Bellido, el hombre de 39 años asesinado por la brigada especial Unidad Táctica de Operaciones de la policía bonaerense, fue certera: A la víctima la asesinaron por la espalda. Al menos de un disparo que ingresó por la zona intercostal y salió por el pecho, aunque todavía investigan si recibió un balazo más en su muñeca izquierda.
Los once policías seguirán detenidos y son acusados de homicidio calificado, después de que el juez Ochipinti diera lugar al pedido del fiscal Gaston Duplaá. Un testigo fue clave a la hora de redondear la instrucción de la investigación: «Se bajaron siete policías y dispararon a quemarropa» confirmó.
La policía departamental de La Matanza fue clave a la hora de aportar pruebas. Pusieron a disposición los AVL -una especie de GPS de los patrulleros- para tener precisos los movimientos de la brigada UTOI, que sigue sin poder dar explicaciones de que hacían en ese lugar, ya que sus tareas eran específicamente relacionadas a violencia de género.

La sospecha de los investigadores es que los brigadistas de UTOI estaban intentando hacerse de una recaudación de dinero ilegal: Sabían que se vendía droga en la zona, fueron y arrancaron a disparar, para que tanto los vendedores como los compradores se deshagan de la plata que tenían a su alcance.
“Mi cuñado estaba allí porque había llevado el auto al taller. Estaba contento porque fue papá hace apenas 15 días y necesitaba arreglarlo para poder llevar al recién nacido con el pediatra. La Policía entró a los tiros, corrió para resguardarse y fue ahí que le dispararon por la espalda. No sabemos todavía cuántos tiros recibió”, dijo Karina, quien lamentó que ahora sus sobrinos perdieron a su papá “por una injusticia”.