María Florencia Perla, apodada en redes sociales como la «Cheta robaperros» de Recoleta, se negó a declarar ante la justicia. Está imputada por el robo de un perro a una persona en situación de calle. En su indagatoria se limitó a decir que «sufre de ansiedad y depresión».
La jueza en lo Criminal de Instrucción N° 16, Laura Bruniard, le imputa el hecho ocurrido en las calles Junín y Vicente López el pasado 14 de mayo. Perla le habría quitado el perro, llamado «John», al indigente Alexander Agustín Arnaldo Servín.
EL INDIGENTE ROBADO
«Todavía no levanta la patita. Estaba creciendo a mi lado, no puede ser que me lo saquen así», dijo la víctima en aquel momento ante los medios.
La denuncia judicial la hizo Proyecto 7. Es una asociación civil para el abordaje integral y multidisciplinario de las problemáticas de personas en situación de calle. La misma también alcanza al personal policial que presuntamente no habría actuado como debía ante un robo en flagrancia.
EL CASO
El caso tomó notoriedad en mayo pasado. Florencia, realizó un posteo en Twitter dónde se refirió al supuesto maltrato que habría recibido el cachorro. «Recoleta: un chabón muy en cualquiera arrastrando un cachorrito con correa. Le ofrecí comprárselo y me dijo que ‘ni por un auto lo daba’», tuiteó.
«Hace cinco metros y vemos que al cachorro se le suelta la correa. Él no se dio cuenta, lo agarré y salí corriendo”, publicó Florencia Perla desde la cuenta @nomuynormal, que actualmente fue no existe.
El posteo no dice nada que el dueño del perro estaba en situación de calle estaba. Sin embargo, ella lo calificó directamente de «drogado, borracho o loco».
También dijo que «el tipo volvió a los gritos pelados revoleando cosas, pidiendo por su perro. A mí, la verdad, me partió el alma, pero no puedo dejar que, por lástima, tenga a un ser vivo en condiciones deplorables y cuando su misma vida corre riesgo”.
Inmediatamente los usuarios de redes sociales notaron que algo andaba mal. Perla fue apodada «la cheta robaperros».
POSTEÓ SU CBU
«Lo tapamos y salimos corriendo para buscar un taxi”, agregó en la publicación que posteriormente fue retirada de la plataforma y finalizaba con un detalle del CBU para pedirle a los usuarios a que realicen donaciones para «aportar a la causa» de John.
Pedir dinero para mantener al perro que se había robado, ocasionó una ola de indignación aún mayor.
