
Un policía mendocino juró que estaba limpiando su arma cuando, en un descuido, su hijo de 4 años la tomó y mató a la madre. No le creyeron y quedó detenido. Curiosamente, aún no trascendió el nombre del efectivo. De la víctima, se sabe que se llamaba Valeria Noemí Ramírez, que tenía 26 años y que murió por un balazo en la cara. La fiscalía investiga un posible femicidio.
El hecho ocurrió el viernes a la noche, en la localidad mendocina de Godoy Cruz. La víctima era pareja de un policía. El sujeto declaró que estaba limpiando su arma de fuego y el hijo de 4 años, apretó el gatillo hiriendo mortalmente a la mujer.
La joven víctima fue llevada al Hospital Central, pero nada pudieron hacer para salvarla. La bala le ingresó por el rostro, afectó el tórax, le ocasionó un paro cardíaco y falleció.

SOSPECHAS DE FEMICIDIO
El efectivo que está en la mira tiene 29 años y es auxiliar del Grupo Especial de Seguridad, una de las formaciones de élite de la policía de Mendoza.
La pista más firme que siguen los investigadores, indica que hubo una discusión entre el policía y la joven de 26 años y éste le habría disparado. Sin embargo, no se descarta que se haya tratado de un hecho accidental.
ACUSÓ AL HIJO
En su dudosa versión, el policía dijo que se encontraba limpiando el arma en su vivienda, la dejó sobre la mesa y fue al baño. En ese momento su hijo de 4 años accionó la cola del disparador.
Según el diario El Sol, el efectivo sería imputado por femicidio en las próximas horas. La causa está en manos de la fiscal de Homicidios de Mendoza, Claudia Ríos.


LINAJE POLICIAL
El policía quedó detenido y la justicia sospecha de un posible femicidio. Su nombre aún no trascendió a la prensa. Lo que sí se supo, es que el sospechoso forma parte de una familia de largo linaje dentro de la Policía de la provincia de Mendoza.


