"Calladita, no te quiero robar" le dijo Marcos Antonio Sandoval a Bárbara hace diez días en Nicagarua y Eva Perón, partido de Merlo.
Lejos estaba de ser un robo: Sandoval apretó los genitales de la mujer e intentó abusarla a las ocho de la mañana cuando la chica volvía de trabajar. Tenía los pantalones bajos al momento de tomarla del cuello, desde atrás, para tirarla al piso y empezar con el forcejeo.
Los gritos de Bárbara fueron fundamentales para que los vecinos se asomen y terminen atrapando al abusador cuando intentaba escapar. Llamaron al 911 y lo entregaron a la policía.
Estuvo detenido pero, a las 24 horas, ya había recuperado la libertad. Así lo dispuro la fiscalía número 2 de Morón. Pero eso no es todo: Después de que las imágenes se hicieran públicas, otra mujer reconoció al abusador y dijo haber sido víctima de un ataque similar al sufrido por Bárbara. Eso tampoco alcanzó para volver a detenerlo.
Mientras la joven atacada se recupera de una luxación en el codo y continúa siendo asistida psicológicamente, Sandoval fue visto en los festejos por la obtención de la copa del mundo a manos de la Selección Argentina.