
Una monja fue rescatada del Convento San Bernardo, ubicado en Salta capital, tras un allanamiento ordenado por la justicia provincial. Ocurrió después de una denuncia por privación ilegítima de la libertad, luego de que la mujer manifestara a sus familiares que quería abandonar el lugar y que las autoridades le negaban esa posibilidad.
Por su parte, el Ministerio Público Fiscal salteño comprobó además que otra religiosa que tenía problemas de salud, pudo obtener un permiso para atenderse en un hospital y aprovechando esa autorización, nunca más regresó al establecimiento.
Los familiares de una de las monjas fueron claves a la hora de provocar el allanamiento. Según la hermana de la denunciante, la monja estaba privada de su libertad desde el seis de Diciembre, pese a que necesitaba realizarse estudios por una grave enfermedad. Inclusive dio precisiones de las excusas que el Convento argumentaba para negarle la salida: «Decían que necesitaban pedir un permiso al vaticano» afirmó, agregando que ese supuesto permiso habría llegado pero que ni siquiera con esa aprobación le permitieron salir.
Fue esa hermana quien arribó a Salta el 2 de diciembre, con la intención de concluir los trámites para que la monja pudiera salir del Convento, «pero cuando ella manifiesta a nivel canónico que ya no quería estar dentro del Convento, comienza a percibir algunas trabas no solamente en el trámite administrativo en sí, sino también en el contacto con los familiares» el abogado de la monja en Radio Nacional.

En este momento, ambas religiosas están con sus familiares y se va a dejar pasar unos días antes de tomarles declaración bajo juramento. Ayer solo se realizó un acta a la religiosa que permanecía privada de la libertad, quien confirmó que su deseo era salir de ese lugar.
El fiscal Ramos Ossorio reveló que «fue bastante emotivo» el procedimiento que se realizó ayer con una persona que pasó los últimos 32 años de su vida recluida y desconectada de la realidad. Las dos responden al nombre religioso que adoptaron al ingresar al Carmelo y no, al nombre legal.
Por su parte, el Arzobispado de Salta confirmó que está a disposición de la justicia.


