Comienza una nueva semana de audiencias por el crimen de Fernando Baéz Sosa. No es una semana más: Serán los días en que deberán declarar los testigos pedidos por la defensa de los acusados, traídos frente al tribunal por el abogado Hugo Tomei. Alejo Milanesi, Juan Pedro Guarino, el llamado rugbier número 11 y los padres de los imputados deberán contar su versión frente a los jueces.
Están en todos los detalles. El próximo miércoles 18 de Enero se cumple un nuevo aniversario por la muerte de Fernando, y la familia convocó a una oración interreligiosa en Dolores. Temen que la marcha termine en la cárcel, justo el mismo día que los padres de los reclusos estén en esa ciudad. Quieren adelantarla al martes.
FIN DE SEMANA PLANEANDO LA ESTRATEGIA
Fue otro fin de semana de los asesinos en la cárcel de Dolores. Los acusados, la semana pasada, se entrevistaron con su abogado defensor mano a mano, cada uno por su cuenta. Los que están menos complicados, van a hablar. Es el momento de intentar salvarse.
Tanto sábado como domingo hicieron deporte entre las 14 y las 16 en el patio del penal. Ya no juegan solos y en equipo. Casi una paradoja de como van a intentar convencer a los jueces de que no fue un crimen premeditado y con alevosía.
HOMICIDIO EN RIÑA, EL PLAN DEFENSOR
La querella encabezara por Fernando Burlando tiene en su acusación a seis de los acusados pegándole a Fernando. Los tiene identificados, los señala en cada uno de los videos. Luciano Pertossi, esta semana, ya primereó y negó ser uno de los señalados. Esta semana, junto con la declaración de sus amigos Milanesi y Guarino, el resto de los imputados hablarán y buscarán plantear la hipótesis de que fue una pelea entre grupos.
Apuntan contra la premeditación: Si el ataque fue premeditado, como dice la fiscalía y la querella, en el homicido hay una agravante y acerca el veredicto a una posible perpetua. Por eso van a intentar derribar esa acusación.
Los asesinos dirán que no fue premeditado el ataque a Fernando. Su versión dirá que salieron del boliche pensando en pelearse contra toda la banda de amigos de la víctima. Dirán que ellos también eran ocho, pero que cuatro salieron corriendo. La idea era pelearse con todos, no solo con Fernando.
Esto no es todo: También acusarán. Dirán, intentarán plantar la versión de que los propios amigos de la víctima les dijeron ‘negros de mierda’ a ellos antes de la pelea. Que los provocaron. Y tendrán a mano uno de los mensajes que mandaron por whatsapp, donde dice que "se pelearon contra unos chetos".
GUARINO Y MILANESI NO PUEDEN MENTIR
Juan Pedro Guarino y Alejo Milanesi son amigos de los acusados, pero fueron sobreseídos en la investigación. Vienen como testigos: No pueden mentir pero tampoco pueden autoincriminarse. De lo contrario, los jueces deberían de suspender la testimonial.
Ambos deberán declarán con precaución. Deben decir la verdad para no incurrir en un falso testimonio pero también deberán tener la mesura correspondiente para no complicar si situación procesal. Todo esto, sin tener en cuenta que lo que cuenten -o no- podrían complicar aún más a sus amigos de toda la vida.
¿Cómo fueron los minutos previos al ataque? ¿Y los posteriores? ¿Qué vieron? ¿Qué escucharon? ¿Por qué escaparon? ¿Por qué no le contaron nada a nadie? ¿Quién pegó? Esas y otras preguntas deberán ser afrontadas por ambos testigos.
EL RUGBIER 11
Tomás Colazo tenía 17 años al momento del ataque. No dormía en la misma casa que los acusados, pero estuvo con ellos dentro del boliche Le Brique y luego de la emboscada fatal.
Aparece a metros de la víctima durante la golpiza, según el croquis armado por la fiscalía. Sin embargo, en los videos lo identifican parado y sin ninguna otra prueba: No pegó ni intentó evitar que los amigos de Fernando se acerquen para asistirlo.
LOS PADRES
Son claves las declaraciones de esta semana y se prevé una duración importante en cada uno de los testigos. Mañana, en la jornada del lunes, están citadas las madres de Máximo Thomsen y Luciano y Ciro Pertossi.
Rosalía Zárate, mamá de Thomsen, quien era funcionaria de la municipalidad de Zárate y renunció tras la imputación de su hijo, será el primer familiar de un acusado en declarar como testigo.
En tanto, María Paula Cinalli, madre de Blas y tía de Luciano y Ciro Pertossi, será la otra madre en sentarse frente a los jueces. Héctor Eduardo Benicelli, padre de Matías; María Alejandra Guillén, madre de Enzo Comelli; Erika Edith Pizzatti, madre de Ayrton Viollaz y Mauro Rubén Pertossi, padre de Luciano y Ciro Pertossi, son los padres citados para el martes, en la segunda jornada de la próxima semana del juicio.
Si las declaraciones se demoran, como ya pasó en una de las diez audiencias de las primeras dos semanas, se pasan para el día siguiente. Si se demoran, podrían declarar el miércoles 18 de enero: El mismo día que se cumple un nuevo aniversario por la muerte de Fernando. Temen a que las marchas convocadas para ese día se crucen a los padres de los asesinos.
