El conocido humorista mendocino Juan «Cacho» Garay fue liberado ayer, luego de quedar detenido a partir de que su esposa lo denunciara por violencia de género. La justicia, además, le dictó una exclusión del hogar y un embargo por un millón de pesos. «No tengo nada de que arrepentirme», dijo esta mañana.
En una entrevista concedida al programa Nosotros a la Mañana de canal 13, que conduce Joaquín «Pollo» Alvarez, el artista dijo:
- -«La gente me saludaba en caravana ayer cuando salí de estar detenido».
- -«Son mentiras que la quise tirar por el balcón».
- -«No tengo nada de que arrepentirme».
- -«Voy a volver a hacer shows».
- -«No tengo nada que hablar con mi exmujer después de estos hechos».
- -«A la gente le pido disculpas, dado que se han sentido dolidos por esta denuncia que sufrí».

Además de estar acusado de amenazas en contexto de violencia de género, Garay fue imputado por tenencia de arma de fuego.
Durante el allanamiento, en su casa mendocina de Luján de Cuyo, los efectivos policiales hallaron cinco armas de fuego que fueron secuestradas.

El abogado de la denunciante, dijo que la esposa del humorista decidió recurrir a la Justicia luego de un episodio de violencia en un hotel de la ciudad cordobesa de Carlos Paz el fin de semana pasado.
El letrado sostuvo que su clienta fue a un refugio para mujeres, ya que su esposo se negaba a dejar la casa que compartían en Mendoza e indicó que estaba desde hace 13 años en pareja con el humorista y había sido victima de «violencia física, económica y sexual».
EL CURIOSO POSTEO DE GARAY

Luego de la denuncia, Garay decidió romper el silencio a través de su cuenta oficial de Facebook, en donde aseguró que es inocente y agradeció a sus fanáticos: «Gracias a los miles de mensajes de apoyo, y gracias a Dios porque mi verdad me mantiene la conciencia cristalina».
En la imagen con la que acompañó el posteo incluyó una frase que se le atribuye al pintor español Salvador Dalí: «Que hablen bien o mal, lo importante es que hablen de mí, aunque confieso que me gusta que hablen mal, porque eso significa que las cosas me van muy bien. De los mediocres no habla nadie, y cuando lo hacen solo se dicen maravillas».


