
En una nueva audiencia en el juicio por la «Masacre de Monte», un perito balístico aseguró que por lo menos dos policías, de los cuatro acusados, dispararon contra el auto en el que viajaban las víctimas y descartó que los agentes hayan disparado en dirección al piso, como argumentó la defensa.
De esta manera, al declarar en el juicio por jurados que se lleva adelante en los tribunales de La Plata, el perito criminalístico Lucas Basanta complicó a los policías acusados Rubén Alberto García, Manuel Monreal, Leandro Ecilapé y Mariano Ibáñez al contradecir la teoría del abogado defensor Guillermo Baqué, quien sostiene que los agentes habían efectuado disparos en dirección al piso.

El testimonio de Basanta, que hizo foco en la bala nueve milímetros hallada en el muslo izquierdo de una de las víctimas, Gonzalo Domínguez (14), abrió la sexta audiencia del juicio por jurados que se le sigue a esos agentes por los homicidios del adolescente de 14 años y sus amigos Danilo Sansone (13), Camila López (13) y Aníbal Suárez (22).
EL DOLOR DE UNA MADRE
En la sala de audiencias se encontraba escuchando la declaración del perito la mamá de Gonzalo, Susana Ríos, quien pidió retirarse cuando el testigo comenzó a dar detalles del disparo que hirió a su hijo.

«La deformación del proyectil está en la parte frontal y no tiene una característica rugosa. Puede ser que haya impactado contra un hueso o contra un telón de interposición, como puede ser una chapa del automóvil, y después ingresa al cuerpo de la víctima. No me da la sensación que haya impactado contra una superficie dura y plana», explicó Basanta ante los 12 jurados.
Por otra parte, el especialista adjudicó dicho disparo a un arma Bersa Thunder Pro número 13-H57836, la cual era el arma reglamentaria de Manuel Monreal, y contó el procedimiento para identificarla.
OPERACIÓN MASACRE

La denominada masacre de San Miguel del Monte ocurrió la madrugada del 20 de mayo de 2019, cuando efectivos de la comisaría local persiguieron a lo largo de la colectora de la ruta 3 a un Fiat 147 en el que viajaban cuatro adolescentes, tres de 13 años y uno de 14, junto a un joven de 22.
Los cinco chicos escuchaban música cuando los oficiales comenzaron a perseguirlos sin motivos y, de acuerdo con los registros de las cámaras de seguridad del municipio, a dispararles, ya que se observó a un efectivo en el lugar del acompañante de la patrulla, con medio cuerpo afuera y en actitud de disparo, mientras que uno de los adolescentes resultó herido de bala en una de sus piernas.
A raíz de ello, el auto en el que iban los jóvenes chocó contra un acoplado que estaba detenido en la colectora de la ruta.