
La justicia liberó, por falta de mérito, a Gustavo Potenza, el chapista detenido por ser sospechoso de integrar la banda delictiva que cometió la violenta entradera en la que asesinaron al empresario Gabriel Izzo en su casa de San Antonio de Padua e hirieron de gravedad a su esposa, Silvana Petinari.
Se trata de uno de los detenidos en la investigación. En las próximas horas se resolverá la situación del ‘Uruguayo’ Rodríguez Sierra y del último de los identificados, Gustavo Mac Dougall. En la causa, aún hay dos prófugos.
Según el portal Primer Plano Online, luego de procesar imágenes de varias horas de grabación de diversas cámaras públicas y privadas y de analizar en detalle las testimoniales recopiladas la Fiscalía llegó a la conclusión de que Potenza «no es quien baja del VW Gol usado para cometer el ataque, como se veía en la secuencia inicial, sino que sale del taller mecánico que está el lindero pegado a la rotisería ‘Lo de Cata’ en donde fueron halladas el arma homicida y pertenencias de las víctimas».

Si bien no queda desvinculado del expediente, a Potenza los fiscales Marisa Monti y Claudio Oviedo no le pedirán la prisión preventiva. En tanto, en las próximas horas se sabrá qué determinación toman en relación a Walter Mario Rodríguez Sierra, el ‘Uruguayo’, y a Gustavo Mac Dougall, los otros dos detenidos. De los dos el más complicado es el segundo, dado que confesó en su indagatoria que fue quien condujo el rodado hasta la casa de la familia Izzo-Petinari.
Además, aún hay otros dos prófugos en el expediente judicial, que tienen orden de captura nacional e internacional. Uno es Diego Eduardo Correa, quien quedó involucrado en el caso a partir de una huella dactilar hallada en la vivienda del asesinato, y el otro es Víctor Ricardo Martín Fernández Galarza, quien «fue herido» en el hecho por las balas que alcanzó a disparar Izzo y tiene antecedentes penales por varios robos.