"Gruñón", un perro dogo de una familia de Cañuelas, fue asesinado de cinco tiros a corta distancia. De acuerdo al testimonio de las víctimas, el asesino arremetió contra el can desde arriba del auto con tres tiros iniciales. Cuando estaba moribundo en el suelo, se bajó del vehículo y lo fulminó con dos tiros más en la cabeza.
Según el portal NacPop Cañuelas, el tirador es otro un vecino del barrio que habría tenido un altercado previo a la arremetida. En ese cruce el perro le habría tirado un tarascón, lastimándolo al agresor "con rasguño" en una de sus manos.
Emiliano Yesquén, amo de la mascota, afirmó que "cuando llegué a mi domicilio encuentro a nuestro ´Gruñon´ agonizando en la puerta de mi casa, lleno de sangre me estaba esperando para despedirse".
Emiliano fue en busca de una respuesta a la casa del agresor.
"Me atiende su mujer y su suegra. Pregunto qué pasó y me dicen que ‘Felipe vino, agarró el arma y se fue. Perdón, nosotros no hubiésemos hecho eso", relató Emiliano.
Uno de los vecinos que fue testigo del suceso que derivó en el asesinato narró que Ibáñez "paso caminando, el perro lo toreó, él le dice ‘fuera’ y el perro le tira el tarascón y le raspa la mano. Se fue a su casa, que vive a una cuadra y media de la mía, y vino a toda velocidad freno en la esquina y lo mató de tres tiros. Se bajó y lo ejecuto cuando el perro estaba agonizando dándole un cuarto tiro en la cabeza y un quinto en el corazón", contó Emiliano.
El área de Zoonosis comprobó los cinco orificios mortales y realizó un informe que será presentado en la causa penal como prueba irrefutable.
TRABAJABA EN EL RENAR
"El acusado trabajaba en el Registro Nacional de Armas de la República Argentina. Tiene tenencia de arma, pero está vencida, no tiene portación", agregó Emiliano al portal de Cañuelas.
“Quiero justicia, nadie me devuelve nuestro perro. El está suelto y el dolor a mi familia no se lo casa nadie. Nadie, le puede hacer entender a los nenes que mataron a Gruñon”, finalizó.