
El comisario Carlos Hernández, jefe de la Guardia de Infantería de la Policía cordobesa, debió ser trasladado al Policlínico Policial después de que el chaleco le salvara la vida cuando le dispararon por la espalda.
Según información publicada por lavoz.com.ar, todo ocurrió en el marco de un procedimiento por un robo. Los policías habían llegado al asentamiento «Los Galpones», pero en medio del operativo se produjeron incidentes y tuvo que intervenir una brigada de la Guardia de Infantería. En medio de una lluvia de piedras se escuchó una detonación y el disparo de pistola dio en la espalda del jefe policial.
Afortunadamente, el comisario tenía colocado el chaleco antibalas y eso le salvó la vida.
Un joven de 19 años acusado de haberse robado una bicicleta terminó detenido.
«Volví a nacer. Sentí un impacto en la espalda y pensé que era una piedra, pero después vi que estaba el impacto de arma de fuego a la altura del omóplato derecho», le dijo el comisario a Cadena 3.