
En el Tribunal Oral I de San Isidro comenzó el juicio por la muerte del hijo del ex funcionario Federico Storani, ocurrida el 31 de marzo de 2016 cuando fue embestido por una embarcación en el delta del Tigre.
El siniestro ocurrió cuando atardecía y una lancha conducida por el imputado Pablo Torres Lacal se desplazaba a alta velocidad por las aguas del Río Luján.
La embarcación impactó contra la lancha en la que regresaban luego de una cena con amigos Manuel Storani, de 14 años de edad, junto a su mamá, Ángeles Bruzzone.

Como consecuencia del impacto murió uno de los tripulantes de la nave conducida por Torres Lacal, mientras que Ángeles Bruzzone falleció horas después y el cuerpo sin vida de Manuel Storani fue hallado luego de tres días en el cauce del curso de agua.
Torres Lacal llega a juicio acusado por «triple homicidio simple por dolo eventual», una figura que contempla penas de entre ocho y 25 años de prisión.
El tribunal prevé realizar cinco audiencias de juicio hasta el jueves próximo y el lunes será el tiempo para alegatos de las partes.
Durante el desarrollo del debate está prevista la declaración de 49 testigos.
FEDERICO STORANI

«¿Quién invitó a Manuel y Ángeles a jugar a la ruleta rusa?», declaró el ex Ministro del Interior ante el Tribunal Oral y manifestó que los siniestros son «una epidemia en la República Argentina» y para enfrentar esa problemática se necesitan «políticas públicas de educación, de prevención, pero sobre todo también uno de los eslabones principales, que es el accionar de la justicia”.
Antes de ingresar a la sala, Storani mantuvo un breve contacto con la prensa y reclamó «que la justicia sancione de manera ejemplar a quienes actúan con desaprensión y desprecio a la vida, y terminan ocasionando muertes de personas muy jóvenes que podrían haber sido muy útiles a la sociedad».
«A nosotros nos desgarró, nos partió la vida», aseguró el referente político y sostuvo: «Se lo debo a Manu, a su mamá, a Ángeles, pero también se lo debo a la sociedad».

«Nuestra condena es de por vida. Tuvimos que estar condenados además a siete años de espera. Esperemos que eso hoy se revierta y recibamos un poco de paz para poder llorarlo a Manu desde otro lugar para el próximo cumpleaños que es ahora el 25 de octubre ir al cementerio y decirle, ‘Bueno Manu, lo logramos descansa en paz'», comentó Storani en la previa del juicio.
También agregó que «como venía haciendo zig zag con la lancha en el río», el acusado «hizo lo mismo con la Justicia» durante más de siete años, lo que generó las demoras en el proceso sobre la imputación que prevé entre ocho y 25 años de cárcel.