
«Se te fue uno y nadie se dio cuenta», le buchonearon unos presos a un subalcaide del penal de Villa Devoto el 20 de octubre pasado. Sin embargo, a esa altura, la cinematográfica fuga del sicario Mauricio Jesús Laferrara alías «Caníbal», ya era un hecho consumado.
Laferrara, estaba alojado allí luego de ser condenado dos veces a prisión perpetua por varios homicidios perpetrados como jefe de los sicarios del capo narco de la ciudad de Rosario Esteban Lindor Alvarado.
VíaSzeta, publicó el 21 de octubre que «Caníbal» no fue encontrado por personal del Servicio Penitenciario Federal en la planta III del Pabellón 11, donde estaba cumpliendo su condena y que era intensamente buscado.


HIPÓTESIS UNO
Según informes del Servicio Penitenciario Federal (SPF), que constan en el expediente judicial, el martes 17 de octubre a las 18:20 «Caníbal» se escondía en posición fetal dentro del tacho azul, tapado por una manta oscura, colchones viejos y basura para engañar a los penitenciarios que monitoreaban las cámaras de seguridad del penal.
Mientras estuvo escondido entre la basura, el sicario llevaba naranjas, agua y galletitas para alimentarse hasta ser «rescatado» por cómplices en el exterior. También contaba con un barbijo, una manguera para respirar y un celular para mantenerse comunicado.

La secuencia registrada por las cámaras de seguridad del penal muestra a los detenidos que se habrían ocupado del traslado de «Canibal» arrastrando un tacho cubierto por una manta.
COLCHONES
Las imágenes, también muestran a los supuestos cómplices arrastrando los colchones que habrían servido de protección, para el momento en que los guardias realizan el protocolo habitual de pinchar la basura en busca de un posible evadido en plena fuga.
Los colaboradores de «Caníbal» habrían colocado los colchones sobre él, a modo de escudo, para frenar los letales pinchazos.

El informe no confirma en un 100 por ciento que el escape haya ocurrido de esta manera. Sin embargo destacan que, al llegar a los contenedores, fueron tres los presos que hicieron falta para subir el tacho hasta el borde de la caja metálica y arrojar su contenido dentro. Y que luego uno de los implicados arroja la manta «probablemente intentando interferir la visión» de los vigías.
La empresa TODSE, es la encargada de pasar varias veces por semana a retirar la basura de esos volquetes.
Dos días más tarde, es decir, el jueves 19 de octubre, a las 7:25, ingresó por control vehicular un camión y a las 9 se retiró.
En esa misma jornada, otro vehículo de esa empresa ingresó a las 10:35 y volvió a salir a las 10:50. Fue el único día de esa semana en el que se presentó dos veces en el penal.
HIPÓTESIS DOS

El 20 de octubre se realizó una requisa en la Unidad Residencia N°2 que mantuvo ocupados a los guardias y creen que «Caníbal» pudo haber aprovechado ese momento para fugarse por el mismo sector de tachos. Pero, en esa fecha, las cámaras del patio donde se encuentran los contenedores, cerca de la rampa de la cocina central y la reja de acceso vehicular del complejo, no funcionaban.
Ese mismo día, se realizaron dos recuentos de detenidos. El primero, de las 8 de la mañana, «no dio conforme a la totalidad de alojados, al realizarlo por segunda vez habría resultado sin novedad».
¿QUIÉN ES MAURICIO JESÚS LAFERRARA, ALÍAS «CANÍBAL»?

Laferrara fue condenado junto a su jefe el narco Lindor Alvarado, en junio de 2022, a prisión perpetua por el homicidio del prestamista Lucio Maldonado, ocurrido en noviembre de 2018.
El cuerpo de Maldonado fue encontrado en el inicio de la autopista Rosario-Buenos Aires, baleado y con una nota que decía «con la mafia no se jode», un sello que utilizaban entonces los miembros de la narcobanda «Los Monos», enfrentada a Alvarado.
Por ese hecho -y otros delitos como asociación ilícita, lavado de dinero, amenazas y balaceras- también fue condenado en el mismo juicio a prisión perpetua el propio Alvarado.
En abril de este año, otro tribunal también estableció la pena de prisión perpetua para el «Caníbal» por el asesinato de un joven llamado Cristian Beliz. De acuerdo a lo ventilado en el juicio, Laferrara participó junto a Franco Aranda, Gastón Tévez y Matías Ávila -todos condenados- de la balacera a una distribuidora en la que fue herido y quedó hemipléjico su dueño, Oscar «Manco» García.

El ataque a tiros ocurrió la mañana del 7 de septiembre de 2019 en la distribuidora de García, ubicada en Constitución 5147, un hombre sindicado como líder de una organización que usurpaba viviendas, recordaron fuentes policiales.
Según la agencia Télam, García es tío de Mauricio Laferrara, quien habría cumplido aquél ataque por orden de Alvarado, que quería quedarse con el comercio del «Manco». El hombre que era buscado en la cárcel de Devoto también fue imputado por el secuestro y asesinato de un joven llamado Cristian Enrique, ocurrido en octubre de 2018 en Rosario.
A la vez, los fiscales que lo acusaron tras su detención, lo imputaron por un triple homicidio de personas vinculadas a «Los Monos» ocurrido en abril de aquél año en la localidad de Granadero Baigorria, cuyas víctimas fueron Gerardo Abregú y los hermanos Ezequiel y José Fernández. Ezequiel «Parásito» Fernández estuvo involucrado en un fallido secuestro extorsivo pergeñado desde la cárcel por el jefe de «Los Monos», Ariel «Guille» Cantero, pero no llegó a juicio porque fue asesinado.

UNA CLAN CRIMINAL
La historia criminal de la familia Laferrara Inició con el padre de «Caníbal», Jorge (63), quien en 2000 fue condenado por tráfico de marihuana en la provincia de Corrientes, al ser detenido con casi 80 kilos de drogas junto a Ariel «Viejo» Cantero, el primer jefe de la banda «Los Monos».
Tras cumplir esa condena, en 2008 Jorge Laferrara fue objeto de una nueva sentencia, en esa ocasión por el asesinato de un adolescente al que acusó de robarle un caballo. El chico estaba ligado a la familia Cantero, líder de «Los Monos», y desde entonces el vínculo entre ambas grupos se rompió hasta la actualidad.
En 2015, Jorge no regresó de una salida transitoria de la cárcel y recién volvió a ser detenido en 2019 en la puerta de la chatarrería que tenía a la salida de Rosario por la ruta provincial 18, recodaron fuentes judiciales.

En abril de 2021 fue condenado a 2 años y 9 meses de prisión por intentar coimear a los policías que lo detuvieron en su chatarrería, pena que se unificó en 21 años de cárcel por la sentencia por homicidio.
Otro de sus hijos, Miguel Ángel «Lolo» Laferrara, también siguió los pasos familiares y en diciembre de 2020 recibió una pena de 10 años y 8 meses de prisión por el asesinato, en 2012, de un adolescente de 16 años. Había estado prófugo durante siete años hasta que fue capturado en la localidad entrerriana de La Paz, en noviembre de 2019.
En octubre del año pasado cayó en un control, con 3 kilos de cocaína en su automóvil, Yoana Laferrara (28), hermana de «Lolo» y «Caníbal».


