
La Sala I del Tribunal de Casación bonaerense, habilitó a dar marcha atrás con el beneficio de prisión domiciliaria que gozaba Santiago Martínez, el joven que agredió con un vaso de vidrio a Nicolás García porque estaba con su exnovia. Ahora, la decisión quedó en manos de la Cámara de Apelaciones de Morón.
En sus fundamentos, los jueces explicaron que «se ha ejecutado una detención domiciliaria ordenada con monitoreo electrónico, sin que la misma esté firme y sin que se hubiera colocado la pulsera de seguimiento en el reo».

Los magistrados criticaron la decisión de otorgar la detención domiciliaria y dijeron que ese «fallo ha generado tal nivel de incertidumbre jurisdiccional que una Asociación Civil (Asociación de Abogados Penalistas Independientes) ha presentado casi una veintena de Habeas Corpus en la provincia».
«Este fallo ha generado la posibilidad de que se marchen a su domicilio sin control de monitoreo, incluso imputados sobre quiénes se ordenó que fueran monitoreados», agregaron los miembros del Tribunal.
Ahora, será la Cámara de Apelaciones de Morón quien deberá expedirse sobre la situación del detenido.
SENTENCIA


- I. Declarar admisible, por mayoría, la impugnación deducida por el apoderado del Particular Damnificado, Dr. Gastón Matías Marano.
- II. Hacer lugar parcialmente al recurso de casación interpuesto, casar el pronunciamiento impugnado y reenviar la causa a la Cámara de Apelación y Garantías del Departamento Judicial Morón para que, integrada con Jueces hábiles -por haber los intervinientes emitido opinión sobre los puntos materia del reenvío-, dicte una nueva resolución de conformidad con lo indicado precedentemente; sin costas atento el resultado favorable. Rigen los arts. 18 CN; 168 y 171 de la Const. Pcial; 105, 106, 163, 210, 450, 451, 453, 456, 460, 461, 530 y 531, CPP.
EL ATAQUE CRIMINAL

El 12 de noviembre de 2022, Nicolas García, de 18 años, estaba en el boliche Roca Bruja de Hurlingham junto a una chica cuando Santiago “Chanchi” Martínez, exnovio de la joven se acercó por detrás, le clavó a García un vaso roto en el ojo y se lo incrustó en la cara.
Según trascendió en ese momento, la motivación del ataque fueron los celos del violento joven.
La víctima, debió ser intervenida quirúrgicamente y le quedaron secuelas: tiene profundas cicatrices que le quedarán por vida y aún permanece con riesgo de perder un ojo.
Después del ataque, el violento se retiró del lugar y a las horas se presentó en la Fiscalía de turno para ponerse a disposición de la justicia.
EL CHAT DE WHATSAPP
El agresor pidió disculpas en varis ocasiones. Incluso, horas más tarde del feroz ataque, le escribió a un amigo que tiene en común con la víctima.

A pesar de los pedidos de disculpas, los familiares de García expresan que ya es tarde ya que la vida del joven cambió rotundamente: “En su mochila lleva remedios y cada una hora tiene una alarma que le avisa todo lo que tiene que tomar. Nicolás es diabético desde chico y esto le complicó aún más su rutina”, dijeron.


