
«Asfixia por ahorcamiento» determinó el informe de los médicos forenses, pero lo que parecía un suicidio se transformó en un crimen cuando comenzaron a encontrar marcas en el cuerpo.
Graciela Beatriz Soto tenía 49 años y fue encontrada ahorcada en su casa. Era la esposa de Jorge César P., un sargento primero de Gendarmería que cumple servicio en el Escuadrón 11 «San Ignacio», unos 60 kilómetros al norte de Posadas.

El hombre, de 55 años, fue el que supuestamente la encontró muerta el 12 de enero cuando llegó a su casa alrededor de las 6.20 luego de cubrir una guardia.
Fue citado a prestar declaración testimonial en calidad de testigo ante el Juez de Instrucción 1 de Jardín América, Roberto Sena, pero lo que parecía un suicidio se transformó en un crimen y ahora el viudo es el principal sospechoso.
Además, los investigadores descartaron la hipótesis de un homicidio por robo cuando se descubrió que en la casa no faltaba ningún elemento de valor.