
Bernardo Adrián Seltzer, fue encontrado en su departamento de Villa Crespo muerto, con un cuchillo en la mano y rodeado por los cuerpos apuñalados de su esposa y sus dos hijos.
Seltzer, de 53 años, era un nombre que resonaba con fuerza en el mundo de los agronegocios. Nacido en la localidad bonaerense de Rivera, en el partido de Adolfo Alsina, su trayectoria lo llevó a convertirse en un referente en el mercado de granos, un sector que supo navegar con destreza durante el auge de la soja en los 2000.
Seltzer no era solo un hombre de números y mercados. En su cuenta de Instagram, compartía su otra pasión: el vino. Fotos de copas relucientes, etiquetas de bodegas reconocidas y momentos de cata revelaban una faceta hedonista, casi contemplativa, de un hombre que parecía disfrutar de los pequeños placeres.
ASÍ HABLABA DE SU FAMILIA EN UNA CONFERENCIA: «ME COMPORTO COMO HAY QUE HACERLO»
En contraste, su perfil de LinkedIn proyectaba una imagen de profesionalismo implacable: desde 2001, ocupaba un rol clave en Granar SA, una empresa nacional dedicada al corretaje y comercialización de granos, con un pie en la bolsa de valores.
Casado con Laura Fernanda Leguizamón, de 51 años, Seltzer había construido una vida familiar junto a sus dos hijos adolescentes, Ian, de 15, e Ivo, de 12. Vivían en un departamento en la calle Aguirre al 200, en el corazón de Villa Crespo, un barrio porteño de clase media donde nada hacía prever el horror que se desataría.

La mañana de este miércoles, cuando la empleada doméstica ingresó al hogar con su propia llave, encontró una escena que aún estremece: los cuatro miembros de la familia yacían sin vida. La puerta, intacta y cerrada, descartó de inmediato la hipótesis de un robo o un ataque externo.