
El sargento Germán Farías y su compañero Maximiliano Lescano llegaron a las inmediaciones del aeropuerto internacional de San Fernando después de que una llamada al número de emergencias 911 alertara sobre una persona que quería suicidarse. Los uniformados intentaron impedir que el vecino, un hombre de 38 años, se quitara la vida, pero todo terminó en tragedia.
El hombre, identificado por fuentes policiales como Gabriel Cañete, le quitó el arma reglamentaria a Lescano y comenzó a disparar a los dos policías. Los efectivos, que cumplían funciones en el Comando de Patrullas San Fernando, de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, resultaron heridos y fueron trasladados de urgencia a un hospital de la zona.
Farías falleció por las graves heridas causadas por los proyectiles disparados por el presunto suicida. Lescano quedó internado en terapia intensiva; tenía heridas de bala en ambas piernas.
Una de las primeras evaluaciones que realizará la Justicia -con investigación a cargo del fiscal Martín Otero- será determinar si el agresor está afectado por algún problema de salud mental para definir si es imputable por el homicidio del policía Farías. Casos con similares características derivaron en los últimos años en la declaración de inimputabilidad del asesino.