
Los investigadores encontraron mensajes de audio que comprometen a una de las detenidas por el triple crimen de Florencio Varela. “Mamá, me mandé una cagada”, le dijo Magalí Celeste González Guerrero a un testigo que se presentó en la causa a declarar. Después de eso, su mamá aportó una serie de audios que la complican.
Guerrero quedó detenida porque es una de las dueñas de la casa donde encontraron los cuerpos de Brenda, Lara y Morena. Y fue su madre quien aportó estos chats a la fiscalía.
La conversación entre Guerrero y su madre adoptiva, de nombre Marcela, se dio el 23 de septiembre. Ese mismo día fue detenida en una casa ubicada a pocas cuadras de donde aparecieron muertas las tres chicas. “Está la policía en casa, algo pasó en casa”, le advirtió la joven a su madre, minutos antes de ser detenida junto a otro hombre.
Luego, Celeste le pidió a su madre que borre la conversación y que no le escriba: “Necesito unas horas porque si yo voy sola, voy a pagar el plato de todos si me entrego”.
“El jefe este se va a enterar y chau Celeste. No sé si me entendés, necesito acá acomodarme con él. No te voy a hablar más hasta dentro de unas horas”, le explicó. En otra instancia de la charla, la mujer expuso la relación que tenía con la banda narco: “Tengo que ir sola y no quiero ir sola. No puedo ir sola, él no va a ir”. «Tengo que arreglar esto, dame unas horas por favor. Y vos no sabés nada, no digas nada. Borra todo ya, borralo”, cerró.