Un hombre golpeó salvajemente a su expareja en la vía pública y quedó registrado por las cámaras de seguridad. Ocurrió en la localidad de Leandro N. Alem, a cincuenta kilómetros de Junín.
La mujer, docente, venía de denunciarlo por segunda vez tras sufrir violencia de género. Volviendo de la comisaría, el violento le pegó piñas y patadas hasta que un automovilista la pudo rescatar. El atacante, árbitro de fútbol de una liga del interior, fue detenido cinco días después. Sin embargo, a 90 días del ataque, la jueza de garantías María Laura Durante le otorgó la prisión domiciliaria y la mujer ahora teme por su vida.
EL ATAQUE
La violenta escena ocurrió el pasado 14 de Octubre. La mujer fue la esposa del agresor y tienen dos hijos en común. Ya habían existido dos denuncias por violencia de género contra el atacante, inclusive con una restricción perimetral de cien metros que de poco sirvió.
La última de las denuncias realizada por la mujer, era tras darse cuenta que uno de los hijos que tenían en común, había venido muy golpeado después de pasar un día con su padre. Volviendo de la comisaría, recibió el ataque.
La mujer cae al piso y el hombre continúa pegándole piñas y patadas en todo el cuerpo, con un detalle no menor, los botines con los que la agredió serían con punta de acero; al hombre, empleado municipal, se le provee ese calzado.
La golpiza cesó cuando un automovilista que pasaba por el lugar intervino; luego el atacante se retiró del lugar y, siempre como muestran las imágenes, la mujer recibió asistencia por parte de la gente que se acercó y su hijo que observaba la escena desde apenas unos metros, conmocionado.
EL VIOLENTO
Miguel Ángel Moreno es la persona que golpea a la mujer. Es empleado del municipio y árbitro de la liga local de fútbol.


OTRA JUEZA ESTÁ EN LA MIRA
El violento, después de golper salvajemente a su exposa, llegó a dirigir un partido de fútbol de la Liga Deportiva Central Vedia. Recién siete días después, fue detenido.
Lo grave sucedió el pasado 14 de enero: La Doctora María Laura Durante, jueza de garantías, dispuso otorgarle la prisión domiciliaria al imputado, en la misma localidad donde vive la victima. El imputado se encontraría viviendo en la casa de su madre, a pocas cuadras donde reside la mujer.
La medida ya fue apelada por la fiscal de género, Fernanda Sánchez.
MIEDO A QUE LA MATEN
La docente se encuentra viviendo en su casa junto a sus dos hijos. Tiene en su poder un botón antipánico y recibe tres visitas por día de la policía, que monta una guardia especial con recorridas por su domiciio a cada hora. No descarta irse a vivir a otro lado por el miedo a que la maten.
El juzgado de garantías está en la mira. Por un fallo similar, una víctima de abuso debió mudarse. El fallo, en esa oportunidad, también estuvo a cargo de la jueza Durante.