En medio del descontrol que se vivió en la pueblada del barrio Empalme Graneros de Rosario, cuando se desató la furia de los vecinos que rompían los búnkeres de los narcos, una mujer reconoció al caniche que los narcotraficantes le habían robado hace un tiempo.
«Ahí está el perrito que los narcos le robaron a mi hermana», dijo la mujer ante la cronista de Rosario 3 y luego comenzó a llamar a su hermana para que recuepere el can robado que los narcocriminales tenían en su casa.
En medio de las corridas, los destrozos y los saqueos, la mujer comenzó a gritarle a su hermana: «¡Ana! ¡Ana! Vení que acá está el perrito que te robaron».
Ana llegó al lugar y cuando se enteró de que allí estaba su perro, corrió para recuperarlo. al rato, se podía ver a la mujer caminando con el caniche en brazos en medio del caos que reinaba a su alrededor.
EL CRIMEN DEL NENE

El asesinato ocurrió el domingo por la madrugada en el barrio Empalme Graneros cuando Máximo Geres, de 11 años se encontraba en la puerta de su casa junto a otros chicos. De un momento a otro, un hombre comenzó a disparar hacia algunas personas y allí se desencadenó el trágico desenlace.
Por la balacera, Máximo murió tras recibir un disparo en la espalda mientras que otros tres menores, dos de 13 y una nena de 2 años, resultaron heridos y fueron trasladados al hospital de Zona Norte donde se encuentran en estado reservado.
Máximo Geres pertenecía a la comunidad Qom, jugaba al fútbol en Los Pumas, iba a la Escuela Bilingue 1344 «Cacique Taigoyé». Después de su velorio se desató la bronca contenida contra los narcos que cambiaron el barrio para siempre.