Un hombre de 32 años fue detenido tras haber entrado a robar a la confitería de la que lo habían despedido 48 horas antes. Poco después de recibir el telegrama, decidió vengarse de los dueños del local entrando al comercio con la llave que tenía y escapando con 30 mil pesos.
Todo ocurrió en la confitería Aromas, ubicada en diagonal 73 entre 36 y 26. Los dueños llegaron para abrir el negocio pero enseguida se dieron cuenta de que les faltaba una caja metálica en la que guardaban dinero. Cuando revisaron las grabaciones de las cámaras de seguridad, se llevaron una sorpresa.
El ladrón que aparecía en las imágenes era el empleado al que dos días antes le habían notificado que en un mes debía abandonar su puesto.
Aunque no era el encargado, se había ofrecido para cerrar el comercio y por eso tenía las llaves.
Después de comprobar su identidad, la Fiscalía N°8 solicitó su detención y el implicado fue apresado en su casa de 35, entre 18 y 19. Allí secuestraron un gorro de lana y unas zapatillas que fueron usadas durante el robo. Se lo acusa dede "hurto agravado bajo la modalidad de empleado infiel".