
Daiana Micaela Leguizamón (30 años), alias «Mica la diabla», fue allanada en la casa donde cumple arresto domiciliario en San Nicolás. En medio del procedimiento se tragó un chip frente a la Policía. La mujer sería un engranaje clave en las comunicaciones telefónicas que realizó en los últimos meses el líder de Los Monos Ariel Máximo «Guille» Cantero, desde la cárcel.
Por orden judicial, la Agencia de Control Policial allanó el domicilio de Leguizamón. Allí cumple domiciliaria (por estar al cuidado de un bebé) desde abril pasado con tobillera electrónica. Está imputada como presunta dealer de la organización que lidera Olga «Tata» Medina, condenada dos veces como líder de una estructura narco en Rosario.


Según publicó Rosario 3, en medio del procedimiento, «Mica la diabla», que estaba esposada, se abalanzó sobre la mesa en la que se habían colocado las evidencias incautadas, tomó un chip y se lo tragó.
«Sí, me lo tragué, hijos de puta. Ahora no van a encontrar nada porque vinieron por eso. Yo voy a acceder al expediente, voy a averiguar sus datos y van a ver con quién se metieron. La van a pagar, si a ustedes los venden por dos pesos», dijo ante los policías. Como consecuencia de la situación, los uniformados la terminaron esposando a una reja de la casa hasta que finalizó el allanamiento.
EXTORSIONES Y BALACERAS

El fiscal Pablo Socca había ordenado allanar ese domicilio porque había detectado que «Guille» Cantero –a quien investiga por ordenar extorsiones y balaceras– se comunicaba cotidianamente desde el penal de Marcos Paz a la línea telefónica de «Mica la diabla». Si bien en un principio no había ordenado su detención, ya que no aparece involucrada en las intimidaciones, la situación cambió cuando se tragó la tarjeta SIM y amenazó a los policías.
Para la causa en curso, «Mica la diabla» era un engranaje central de las comunicaciones del líder de Los Monos. Cada vez que «Guille» buscaba llamar a alguien, marcaba la línea telefónica de la presunta dealer de San Nicolás y ésta a su vez triangulaba el llamado con el verdadero destinatario de la llamada, de acuerdo a los impactos de antena que se corroboraron con distintas investigativas.

Si bien el nuevo expediente contra «Guille» Cantero cobró impulso hace tres meses, cuando tomó intervención el fiscal Socca, las extorsiones, balaceras y ataques incendiarios que sufrió el dueño de una agencia de quinielas con varias sucursales en Rosario ocurrieron desde marzo de 2021 hasta junio de este año, publicó Rosario 3.
GRAN OPERATVO
Por la investigación, este lunes hubo 43 allanamientos y requisas tanto en cárceles provinciales de Rosario, Piñero y Coronda como federales como la de Marcos Paz y San Nicolás. En los operativos fueron detenidos Mariana Ortigala –quien fue una testigo clave en el juicio contra el capo narco Esteban Lindor Alvarado, casualmente enemigo de Los Monos–, su esposo Felipe Rodolfo Sebastián, Gonzalo Sarmiento, Lorena Córdoba y Daiana Leguizamón. También se secuestraron 7 vehículos, 11 armas de fuego, 3 mil dólares y un millón de pesos.
Todos los arrestados serán llevados a audiencia imputativa ante la jueza María Trinidad Chiabrera el próximo lunes en el Centro de Justicia Penal junto con los reclusos Ariel Máximo “Guille” Cantero, Brian Díaz –hermano de Maximiliano “Cachete” Díaz, recientemente condenado por el crimen del casino City Center ocurrido en enero de 2020–, Vladimir Navarro y Kevin Moreno.
BODA NARCO

«Mica, la diabla» además, es la hermana de Brisa Milagros Leguizamón, protagonista de la boda narco que tuvo lugar en enero del año pasado en Ibarlucea, donde luego hubo un triple crimen.
Esteban Enrique «Pinky» Rocha y Leguizamón se casaron el 29 de enero del año pasado. Después del evento realizado en Ibarlucea, una pareja que había asistido a la boda fue ejecutada junto a su beba en la ruta. Las víctimas fueron Iván Maximiliano Giménez (35), Érica Romero (35) y Elena Giménez (1), quienes al momento de los disparos se desplazaban en un Audi.
La principal hipótesis del triple crimen fue una posible pérdida de un cargamento de droga que tenía que recibir Iván Maximiliano Giménez, pero que pescadores y personal de Prefectura Naval encontraron flotando en el río Paraná. Por esa línea investigativa se hicieron múltiples allanamientos contra Fabián Gustavo “Calavera” Pelozo, la presunta “mano derecha” del capo narco Esteban Lindor Alvarado, ante la sospecha de que el “ajuste de cuentas” podría provenir de esa organización que está tras las rejas.


