"Tengo que enfrentarme todos los días a mi cabeza", dice con el dolor a flor de piel la empleada del Hospital Fernández que fue abusada sexualmente durante 40 minutos por un hombre en un baño del centro de salud.
La detención del violador no le puso fin al calvario: "Él está como si nada, tomando mate en la celda mientras yo estoy viviendo un infierno. Revivo esa situación todo el tiempo. Hoy no puedo ser madre, no tengo fuerza para levantarme de la cama".

En diálogo con TN, la víctima también criticó al sistema judicial: "Tengo miedo de todo… ¿Cómo voy a estar tranquila si tenía un montón de antecedentes penales y estaba libre? ¿Qué garantía tengo yo de que va a haber justicia…? Tengo que tomar pastillas para todo. Para dormir, para salir de la cama y ni así puedo lograrlo. Hoy tengo que enfrentarme todos los días a mi cabeza. Yo era una persona resociable y hoy no puedo salir sola de mi casa".
Recordemos que el detenido tiene 31 años, estaba en situación de calle y al momento del abuso había acompañado a un familiar a la guardia.

Tenía antecedentes por robo, tenencia de estupefacientes, lesiones leves y lesiones leves en el marco de violencia de género.
Ahora se le suma la imputación de abuso sexual con acceso carnal contra la joven empleada, mamá de dos nenes de 8 y 5 años.