
En un hecho sin antecedentes, un joven de 28 años que cumple condena en la cárcel de Piñero solicita prisión domiciliaria en la casa de su madre para terminar de desarrollar una aplicación que comenzó a programar desde su celda y para la cual cuenta con un precontrato de la empresa Meta de Mark Zuckerberg en el orden de los 900.000 dólares.
Según información publicada por lacapital.com.ar, se trata de Ángel Ochoa, condenado por robo calificado de vehículos y posteriormente imputado por encubrimiento por la compraventa de autos que hacía desde el pabellón 20, uno de los cuales fue usado por los sicarios que fueron hasta la ciudad bonaerense de Colón a matar a un sindicalista rural pero terminaron asesinando a su chofer. También está imputado por la venta de vehículos robados a través de una plataforma de Facebook.
El pedido de prisión domiciliaria incluye una copia del precontrato y una propuesta de indemnizaciones y resarcimientos a víctimas de los delitos atribuidos al joven, así como a reparticiones estatales.

También promete destinar 200.000 de los 300.000 dólares que aportará la empresa en un primer desembolso para contratar al menos una veintena de programadores para desarrollar el proyecto, cuyo plazo de entrega es el 7 de diciembre.
Según sus abogados, el pedido se fundamenta en que el joven pueda ejercer su derecho a trabajar, previsto tanto en la Constitución como en tratados internacionales.
Argumentan que dentro de la cárcel de Piñero es imposible realizar un trabajo como este porque requiere conexión a internet y en el penal hay inhibidores de señales.