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La odisea del techos propio, un drama que atraviesa generaciones y que se acentúa con cada crisis.
Muchas veces asoma como una oportunidad la opción de comprar un departamento en pozo, o sea antes -o mucho antes- de que esté construido.
Esto permite conseguir un precio menor al del momento de ocupar, que en algunos casos puede llegar al 30 %.
Pero muchas veces, lo que parece una buena oportunidad de inversión, termina siendo un gran dolor de cabeza.
El abogado penalista Jorge Monastersky dio detalles de los aspectos a tener en cuenta para evitar una estafa:
"Cuando una desarrolladora adquiere un lote, el principal objeto es construir un edificio. Sacan unos permisos, pero solo es para edificar. En el medio, la gente confía y el Estado, históricamente, está ausente", asegura.
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En ese sentido, remarcó que el Estado nacional o municipal "no controla que se vayan cumpliendo los plazos otorgados" y cuando la gente recurre a la Justicia, se lo toma "como un tema comercial y no penal, es decir, que no hubo intención de dolo".
"Los boletos no tiene una obligación de inscribirlos, para tener una certeza que ese boleto es titular de una unidad funcional de un edificio y no existe otro".
Monastersky destaca el rol que tiene que cumplir el Estado a la hora de evitar estafas a las familias que invierten en dichos proyectos: "Tiene que poner pautas de control para estas constructoras, no solamente si cumple con la función. A las que no cumplen determinados tiempos, quitarle la licencia. Hoy no hay control de nada".