Sorpresa e indignación: los vecinos comenzaron a sospechar de hombres que andaban en silla de ruedas por la calle y descubrieron que podrían ser delincuentes.
Según información publicada por lmneuquen.com.ar, todo comenzó cuando uno de los vecinos siguió a uno de los supuestos discapacitados hasta un aguantedero de la calle Pastor Bowdler.
Allí subió a la vereda, se bajó de la silla y la empujó caminando normalmente hacia el interior de la propiedad.
Los vecinos llevaron información y fotos a la Policía y en el caso comenzó a trabajar la Brigada de Investigaciones.
Sospechan que los falsos minusválidos se dedicarían a recorrer distintos sectores de la ciudad con la excusa de vender algo o pedir colaboraciones.
Así estudian los movimientos de las casas a las que marcan para después entrar a robar.