

Dos fiscalías cordobesas con competencia territorial en la zona de los incendios están investigando las causas de los inicios del fuego que, durante dos semanas, quemó más de un tercio de la reserva militar, provocó alto riesgo de vidas humanas, cortes de rutas, evacuación de viviendas, un geriátrico, una estación de servicio, cabinas de peaje, además de bomberos heridos y una catástrofe ambiental incalculable.
Las sospechas judiciales, sobre el origen de dos focos de fuego en días distintos en la Reserva Natural de la Defensa La Calera, apuntan al Ejército Argentino y a sus entrenamientos militares.
Según publicó Perfil Córdoba, los bomberos le habían advertido al Ejército que las prácticas con municiones y fumígenos podían provocar incendios forestales por el riesgo extremo debido a las condiciones meteorológicas.

Bomberos de diferentes cuarteles que combatieron el fuego en la reserva ya declararon en las unidades judiciales correspondientes. Dos de ellos, con larga trayectoria como voluntarios, aseguraron al portal que los focos de los días 28 de agosto y 5 de septiembre se iniciaron como “consecuencia de la negligencia en las prácticas militares” de instrucción y adiestramiento.
Según Perfil, lo que también figura en declaraciones oficiales, el fuego del día 28 del mes pasado inició en la zona del polígono de tiro “Quebrada de la Cancha”, dentro de la reserva perteneciente al Ejército Argentino, donde estaba practicando un grupo de las Fuerzas Armadas.
Allí, personal de Bomberos y del Ente Metropolitano Córdoba habían realizado en abril una “picada corta fuego” de 12 metros de ancho y 665 metros de extensión, además de la apertura de calles de tres metros de ancho, con el objetivo de circunscribir eventuales incendios en el marco de los entrenamientos de tiro. “Que se pierda lo menos, para defender lo más”, establece la regla bomberil.

Sin embargo, se investiga si los practicantes de las FF.AA. dispararon a blancos de tiro que habrían sido colocados del otro lado de la picada corta fuego. Algunas de las municiones que quedaron fuera del área delimitada habrían provocado el primer fuego y, como consecuencia de las condiciones meteorológicas, la rápida propagación por las fuertes ráfagas de viento.
Lo llamativo es que, dos días antes, el 26 de agosto, bomberos y especialistas en el manejo del fuego habían advertido a las autoridades de la Guarnición Militar Córdoba del Ejército Argentino y de Parques Nacionales sobre el riesgo extremo de incendios en el sector, para que respetaran pautas y recomendaciones.
“Fuimos a evaluar el lugar y les dijimos: ‘Saquen los blancos de acá y tiren en otro lado porque van a hacer cagada’. Dos días después se incendió todo el sector. Fueron negligentes”, contó un bombero.