
La localidad bonaerense de San Miguel se convirtió en el primer municipio en incorporar armas no letales a su sistema de seguridad.
Estas armas poseen una munición no letal que, al impactar, expande un gas disuasivo.

Están destinadas a agentes previamente capacitados de la Dirección de Prevención Especial, con el fin de actuar en situaciones de conflictividad, minimizar incidentes, proteger a los vecinos y al propio personal policial.

San Miguel, fue el primer distrito provincial en contar con una Policía Municipal propia y ahora se convierte también en pionero al utilizar armas no letales para la fuerza local de seguridad.