El robo ocurrió a plena luz del día, cuando el dueño dejó su bicicleta estacionada fuera de la carnicería “Koki”, en barrio San José, en la zona oeste de la capital salteña.
Allí "Don Flaco", como lo conocen sus vecinos, fue a comprar y al regresar, se encontró sin la bicicleta y su compañero de vida, un pequeño perro negro sustraído que estaba dentro del canasto del rodado y que los ladrones no se percataron (o sí) de su presencia.
El dueño pide que, si alguien ve al perrito o tiene información sobre su paradero, por favor, lo devuelvan. El perrito responde al nombre de "Muñeco", y Don Flaco está desesperado para que aparezca. Se resigna respecto de la bici, pero no pierde las esperanzas respecto de su compañero de vida.
La historia conmovió a toda la comunidad, que se puso en búsqueda para obrar el milagro y que se produzca el reencuentro entre Don Flaco y Muñeco.