
El video se volvió viral muy rápidamente. Un agente municipal del Mar del Plata fue atacado por un «trapito» que dormía en la calle. Luego es golpeado por el funcionario, cuando estaba reducido por otros dos agentes. Ahora, se supo que el cuidacoches estaba prófugo de la Justicia desde el 2014.
El intendente de Mar del Plata, Guillermo Montenegro, publicó el video el martes pasado en su cuenta en la red social X del momento en el que la Patrulla se acerca a un “trapito” para llevárselo detenido, «en el marco de los operativos de control y limpieza del espacio público».
Tras el hecho, la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) y la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) Regional Mar del Plata presentaron una demanda penal contra Montenegro y otra contra la Secretaría de Seguridad del Municipio de General Pueyrredón por haber realizado supuestamente “una serie de medidas coercitivas con detenciones, confiscación de objetos personales y malos tratos”.
“Gracias al accionar heroico del Personal de la Patrulla Municipal, hace tres días se llevaron detenido a este trapito ‘en situación de calle’. Ayer nos denunciaron penalmente. ¿Saben qué se descubrió gracias a este caso? Que tenía pedido de captura desde el 2014. 11 años evadiendo la Justicia, que se terminaron de golpe y porrazo”, atacó Montenegro en X.
Al respecto, expresó: “Cuando digo que son delincuentes, son delincuentes. Gracias infinitas al revuelo que hicieron todos los que lo defienden. No voy a parar”.
«PROVOCACIÓN FUNDADA EN EL ODIO»
Luego de viralizado el video y el posteo del Intendente, desde la Comisión Provincial por la Memoria, en su calidad de mecanismo local de prevención de la tortura, presentaron una denuncia contra Montenegro y sus funcionarios.

«Desde principio de mes, el municipio desplegó en Mar del Plata una serie de medidas coercitivas con detenciones, confiscación de objetos personales y malos tratos para sacar de las calles marplatenses a los comúnmente conocidos como ´trapitos´ y ´limpiavidrios´. Diversos funcionarios municipales ejercieron violencia física y psicológica, amenazas y hostigamiento contra decenas de personas en situación de calle o que realizan trabajos informales en la vía pública. Los funcionarios, con la excusa de hacer cumplir el código de faltas municipal, se arrogan facultades propias de las fuerzas de seguridad provinciales», explicó un comunicado de esa entidad.
“La exaltación (por parte del intendente) de este tipo de accionar de los agentes municipales, que implica la comisión de delitos y faltas respecto a los deberes de funcionarios públicos municipales, es una provocación fundada en el odio y desprecio a las personas en una situación de vulnerabilidad que se encuentran en la ciudad de Mar del Plata”, agregaron desde la Comisión.