
El jueves 6 de marzo comenzó el juicio a Néstor Soto (22), el único acusado por el crimen de Catalina Gutiérrez (21), la estudiante de arquitectura que fue asesinada el 17 de julio de 2024 en Córdoba. Durante el inicio del debate, el principal sospechoso sonrió junto a su abogada frente a los padres de la víctima.
El episodio ocurrió durante la segunda audiencia en la Cámara Undécima del Crimen de Córdoba, luego de que se dictara un cuarto intermedio y todos regresaran a la sala. Allí se vio a un Soto sonriente junto a Ángela Burgos Niño, su abogada.
Según el portal El Doce, en el lugar también se encontraban el novio y otros familiares de la víctima, que también presenciaron el gesto y luego lo repudiaron. Por otro lado, informaron que Soto estaba acompañado por su tío y su abuela, quienes estaban ubicados detrás suyo. Allí mismo, la abuela del detenido lo defendió en su declaración y luego volvió a tomar asiento para presenciar el resto de la audiencia.

Por su parte, el abogado Santiago Capdevila, quien representa a la familia de Catalina Gutiérrez, aseguró que su objetivo «es acreditar que hubo un femicidio.
«Hubo violencia de género y los testimonios del viernes favorecen nuestra postura», agregó el letrado.
Soto, está acusado de homicidio agravado por alevosía y violencia de género, aunque su abogada, Ángela Burgos, confirmó que buscará quitar los agravantes y mantener la imputación por homicidio.
En cambio, la familia de la víctima pide la pena máxima: prisión perpetua, es decir 35 años de cárcel.
EL CRIMEN
En agosto de 2024 el joven de 22 años confesó ante el fiscal José Mana que había matado a Catalina y le pidió perdón a la familia. “Me cag… la vida y le cag… la vida a la familia de Catalina”, afirmó.

La joven de 21 años vivía con su familia en el barrio Inaudi de la ciudad de Córdoba. El jueves 17 de julio de 2024 por la noche, cerca de las 21, salió de su casa con el auto para encontrarse con su novio y sus amigas, pero nunca llegó y no contestaba los mensajes.
Horas más tarde, Catalina fue encontrada muerta dentro de su Renault Clío y en cercanías a la casa de Néstor Soto, quien era su amigo de toda la vida y quien, según los allegados de la víctima, estaba secretamente enamorado de ella.
Según pudo investigar la justicia, ellos se habrían encontrado, tuvieron una pelea y un posterior forcejeo donde él la estranguló y la mató. Luego, llevó el auto con Catalina en el asiento trasero hasta la calle Pedro Echagüe e intentó prenderlo fuego para eliminar todo tipo de evidencias.