
Habían terminado la relación y ella, de 23 años, fue a la casa de su ex a buscar sus cosas. Todo se convertiría rápidamente en un infierno para la mujer: el hombre la abusó, la golpeó y la amenazó. Mientras eso sucedía, ella logró hacer dos cosas.
Primero, le avisó a una amiga el calvario que estaba sufriendo para que llame al 911. Y, cuando la Policía de la Ciudad llegó al lugar, pudo arrojarles las llaves de la puerta a los agentes para que entren a rescatarla.
El violento, de 35 años, fue detenido. En las últimas horas, la Justicia porteña le dictó la prisión preventiva tras un pedido de la Unidad de Flagrancia Oeste del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad.
El drama de la joven comenzó el pasado 14 de abril en la casa de su ex pareja, Rubén Alberto S., ubicada en Giachino y Charrúa, edificio 2, piso 2, del barrio 1-11-14. El vínculo entre ambos estaba roto y ella decidió ir a buscar sus pertenencias. Él le había pedido que hablaran.
Nada fue lo que esperaba la joven. No se pudo llevar las cosas como quería, sino que quedó presa de la violencia de su ex. Tras una discusión, comenzaron las amenazas, las agresiones y la violación, ampliaron las fuentes consultadas a este medio.
De inmediato, un móvil de la Policía de la Ciudad llegó a la escena del hecho. La mujer estaba en un grito pidiendo auxilio, pero igual alcanzó a tirarle a los agentes las llaves de la reja para que así pudieran entrar a rescatarla.
El auxiliar fiscal lo imputó por los delitos de “lesiones agravadas, amenazas, abuso sexual agravado y privación de la libertad agravada por el uso de la violencia, y solicitó su prisión preventiva, que fue otorgada por la jueza Natalia Molina, a cargo del Juzgado Penal Contravencional y de Faltas N°8 de la Ciudad en las últimas horas.