Martín del Río, el hombre acusado de matar a sus padres el pasado 25 de Agosto, está cada vez más solo.
En el día de ayer, el propio del Rio a través de su abogada, Mónica Chivirin, le había solicitado el arresto domiciliario al juez de garantías de la causa. Lo que llamo la atención fue el domicilio que brindó para constituir como domicilio legal: Su casa de nordelta, en dónde viven su exesposa -quien le pidió el divorcio apenas fue detenido- junto a sus hijos.
La secretaría del juzgado de garantías se dispuso a llamar por teléfono a Cecilia Sánchez, expareja de Martín del Río, y la respuesta fue tajante. "De ninguna manera ofrezco mi casa. Ni mis hijos ni yo queremos que regrese" comenzó diciendo, pero agregó que "toda la familia se encuentra bajo tratamiento psicológico y psiquiátrico, incluyendo ataques de pánico".
De esta manera, Del Río se mantiene sin domicilio para una supuesta prisión domiciliaria, por lo que seguirá alojado en la Unidad Penitenciaria 48 de Jose León Suárez, en San Martín.
¿POR QUÉ HABÍA SOLICITADO LA PRISIÓN DOMICILIARIA?
Para su abogada Mónica Chirivin, Del Río podría "no sobrevivir a una cárcel común". Los fundamentos:
"No existe peligro de fuga ni entorpecimiento probatorio"
"Del Río se encuentra enfermo: Padece diabetes severa, hipertensión, colesterol y poco control médico. Ha bajado de peso considerablemente y tiene picos de glucemia"
"A todo su deterioro, se le suma el estrés postraumático por haber perdido a sus dos padres"
"Nunca estuvo detenido, por lo que corre peligro su integridad física"
MÁS NOVEDADES
La negativa de Cecilia Sánchez, exesposa de Del Río, para recibirlo en su casa no fue la única novedad del día.
Diego del Río, hermano de Martín y querellante en la causa, rechazó al sobreseimiento que había pedido el abogado defensor de Ninfa Aquino, la empleada doméstica. "La investigación sobre la señora Aquino no se encuentra concluida y restan pruebas por presentar" decía el escrito que presentaron los abogados del hermano del acusado.
La defensa de Martín del Rio, seguirá insistiendo con la domiciliaria, e intentará volcar las miradas hacía el hermano de Martín del Río, Diego. Están convencidos que es un plan contra su defendido, y que mientras pasa los días en prisión, continúan cobrando la herencia por la muerte de sus padres.