Son cinco escenas, son cinco documentos.
Todas son pruebas que fueron recolectadas horas después del doble crimen en Vicente López. En ese momento Martín Del Río, quién hoy está detenido acusado de asesinar a sus padres, guiaba a los fiscales en el recorrido de la mansión. Hoy, la realidad es totalmente distintas, y las imágenes son impactantes.
VIDEO 1: TIROS EN EL ALMOHADÓN
Un disparo en un almohadón ubciado en el living principal de la casa. El propio Martín del Río lo usó para instalar la teoría de que había sido un robo, y los habían tenido secuestrados para extorsionarlos, pidiéndoles plata.
Los fiscales creyeron en esa primera versión, pero al día de la fecha se cree que Martín del Río practicó tiro antes de ejecutar a sus padres en el garaje. Serán claves las pericias de ADN en la vaina encontrada.
VIDEO 2: MARTÍN, EL GUÍA
Martín del Río es el guía en la casa de sus padres. Acá, se lo puede observar como le explica a los fiscales desde donde se desactiva la alarma. En la inspección ocular, justo se activó y él debió apagarla. Además, se muestra totalmente abierto: Les muestra a los investigadores las claves con todas las contraseñas.
VIDEO 3: LA HABITACIÓN
Acá dormían Enrique del Río y Mercedes. La imagen es impactante: Arriba de la cama, hay una carta escrita por la hija de Martín del Río, Milagros. La nieta le había mandado un dibujo para felicitarlos por la mudanza.
De fondo, debajo del espejo, se ve una cómoda donde se encontraron casi 200 mil pesos. Allí, Del Río dijo que faltaba dinero, otra estrategia para que los fiscales crean que había sido un robo.
VIDEO 4: CAJA DE SEGURIDAD
La caja fuerte de la habitación, otra mentira de Martín del Río. Afirmó que faltaban oro y diamantes.
VIDEO 5: EL AUTO
Literalmente, la escena del crimen. A Enrique y a Mercedes los asesinaron a quemarropa, con el cinturón de seguridad puesto. Ella manejaba y él era el acompañante. Las compras que habían hecho en el supermercado, todavía estaban en el baúl.
En ese momento, creían que podría haber sido un robo. Hoy, creen que Martín del Río los ejecutó antes de salir a la supuesta mudanza, que nunca jamás iba a concretarse.